Teddy Eddie 5 Blog_ES 5 Mi peque de dos añitos va a clases de inglés…
Mi peque de dos añitos va a clases de inglés…

Ago 27, 2023 | Blog_ES

Los abuelos suelen estar descontentos cuando se enteran de que su nieto o nieta de dos añitos, que apenas (o todavía no) habla en su lengua materna, empieza “un curso de inglés”.

Cuando mi niño tenía dos años y medio, en la puerta de la academia de inglés nos encontramos a una señora mayor que nos preguntó si íbamos a recoger “a la hermanita”. Le contesté que íbamos a las clases para los peques y mi hijo se lo confirmó con la cabeza y con un alegre “Eddie, Eddie”. La señora, indignada, comentó que eso ya era el colmo, que si las ambiciones de los padres, que si les quitamos la infancia a los niños…

¿Por qué apunté a mi niño a las clases de inglés cuando tenía 2 años? 

No esperaba que cuando tuviera tres años, estando de vacaciones pudiera comprar patatas fritas. Más bien:

  1. Quería que mi peque, que no iba a la guardería, estuviera en contacto con niños de su edad;
  2. Quería que aprendiera a estar en un grupo y a seguir las distintas normas a las que tenía en casa;
  3. Quería que ese tiempo que pasaba con otros niños fuera a la vez “útil” (creo que hoy en día todos nos obsesionamos con el “quality time”);
  4. Creía que, si mi niño desde muy pequeño se acostumbraba a escuchar inglés, jamás percibiría este idioma como “extranjero”, como me había pasado a mí; y que en vez de pasarlo mal aprendiendo los verbos irregulares, los sabría gracias a la intuición lingüística;
  5. Sé muy bien que únicamente la enseñanza formal nos asegura una regularidad y continuidad, ya que teóricamente podría quedar una vez a la semana con mis amigos que también tienen niños pequeños y les podríamos poner algo en inglés en YouTube… Pero en mi caso, si me falta alguna motivación externa, como un pago mensual, una tarea o un horario de clases, es imposible que me motive yo misma.

Así que lo llevaba a las clases, en casa ponía los audios, mirábamos juntos los libritos, después de las clases le preguntaba a la profe “¿Qué tal?” y… nada. Sé que a veces los resultados se ven desde las primeras clases, me lo confirmaron otros padres. Pero otras veces te toca un niño llamado Emilio que no te lo pone fácil como alumno. Ese fue mi caso.

En las primeras clases ni siquiera quería entrar sin mami y después de entrar se quedaba sentado encima mía observando. Nuestro primer pequeño logro llegó después de un mes, cuando se quedó solito en el aula y no lloró. Enhorabuena para la profe que supo hacerse con él. ¿Eso qué tiene que ver con el inglés? NADA. Eso fue un paso importante para mí como madre, fue nuestra primera pequeña victoria. 

Los primeros 3 o 4 meses mi Emilio se quedaba a un lado, con su carpeta en la mano y… observaba. No hacía absolutamente NADA. Sólo miraba. Cuando después de las clases yo le preguntaba si había jugado con los niños o si había cantado, me contestaba que no. Entonces llegó otro logro: ¡por fin dejó su carpeta! Aún nada relacionado con el idioma, pero me dio mucha alegría.

Un día, sin pensarlo mucho, en la comida le pregunté cómo su profe Hania llama a la galleta y me contestó: ”ITEKUKI” (= eat a cookie); ¿y qué dice cuando toca lavarse las manos? “UOSYOJENDS” (= wash your hands). Antes le ponía los audios de fondo y no les hacíamos caso, pero desde ese momento empezamos a escucharlos de forma activa. Le di un osito, puse la primera canción y empecé a hacer todo lo que oía y mi hijo… lo mismo, incluso anticipándome. De repente, me di cuenta de que lo tenía todo grabado en su memoria. Es más, Emilio repetía exactamente todos los gestos de su profe Hania, se acercaba con el osito, me daba un besito y chocaba los cinco cuando la canción me salía bien.

Otro gran paso fue cuando después de la clase la profe me dijo:
— ¡Emilio ha hablado!
— ¿Qué ha dicho?
— “¡Yo estaba aquí!” — a un niño que intentó ponerse en “su” sitio.

Unas semanas después, al terminar la clase, apareció en la puerta y llamó: “Papis, podéis entrar” (en los cursos de Teddy Eddie hay una tradición: después de la clase los profes invitan a los padres al aula y les comentan lo que ha pasado durante la clase, también les dicen cómo se han portado los niños y cómo ha avanzado el grupo). No sé qué nos comentó la profe aquel día, porque cuando mi hijo, que es muy tímido, invitó a los padres al aula, casi me da un infarto.

Cuando Emilio tenía 4 añitos, el inglés ya no era una “lengua extranjera” para él. Con el tiempo ya sé que el hecho de apuntarlo tan pronto a las clases sólo ha traído cosas buenas, tanto en el campo lingüístico, como en el social: cuando tenía 3 años, iba al cole ¡sonriendo! Sabía qué eran: un grupo, la profe y que mamá se quedaría “fuera del aula”. 

Su desarrollo lingüístico lo podéis ver en los vídeos en el canal oficial FB Teddy Eddie.

La autora de la entrada es la mamá de Emilio y a la vez una de las mamis de Teddy Eddie, Ola Komada 🙂

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